Una mañana de otoño, empezaba a salir el Sol al mismo tiempo que yo despertaba; y no solo despertaba de la noche que terminaba, no, era de los diez años que había estado anclada. Necesitaba escribir, unas ganas tremendas me entro de repente de sentarme en la cama, sacar una libreta y hacer anotaciones. Escribí unas cuantas paginas en el ordenador, no eran muchas, pero las suficientes como para retomar mi antigua pasión, esta vez estaba inspirada y no me paraban, saldría algo grande, algo que me gustaría. Cuanta ilusión puesta, como se encendía mi animo, hasta me relucía más la cara, y obsequiaba sonrisas a todas las personas que se me cruzaban.
Leo el correo recibido desde el ordenador, nada, como siempre, unos cuantos de publicidad, otros de amigos, nada importante que me llamara la atención, sigo en mi tarea de querer escribir, pero me distraigo, me pongo las gafas, pues de tanto mirar a la pantalla, me empezaron a doler los ojos y a tener la vista cansada. Descanso un poco y me fumo un cigarro, abro de nuevo la bandeja de mensajes recibidos; y que sorpresa me llevo, veo el anuncio de un concurso de relatos, esta es la mía, debo de enviar alguno y participar. Pero, no tengo nada escrito, llevo demasiado tiempo en inactivo, que puedo hacer, es un horror, yo quiero participar, ya lo se, mando uno de los que tengo por ahí, de los del pasado, busco entre mis archivos más antiguos, y perfecto, encuentro unos cuantos, no me acuerdo de cuando los había pasado del papel al ordenador, bueno eso que más da, elijo uno de ellos, es sobre la historia de una familia y sus dramas, un poco exagerada, bueno, la copio, me voy al modelo que me ofrecen en el anuncio para pegar mi relato y participar, que ilusión, le doy muy precipitadamente, llevada por mis impulsos, a enviar.
Pasan los días, ni una noticia nueva de que se haya enviado correctamente el relato, bueno que más da, algo habrá estado mal. Ya casi me había olvidado por completo del relato y del concurso, cuando en mi bandeja de entrada tengo un nuevo mensaje,¡ Bien!, me han aceptado el relato y me lo han publicado, con una pagina y enlace para que lo voten los lectores, es genial, yo soy la primera en darme un voto, claro está. Reviso de vez en cuando, los resultados a ver que tal va. Bien tengo votos, al rato otros pocos votos más, y así sucesivamente. Cuando voy a comprobar la siguiente vez, ¡que es esto!, ¡no me lo puedo creer!, está por delante de algunos relatos de otros concursante, esto marcha bien.
Tengo comentarios de otros participante y de lectores, me dicen algunos fallos, bueno, no pasa nada, me viene bien para aprender algo más, y rectificar. Ha subido el numero de votantes a mi relato, perfecto estoy clasificada para la siguiente fase. Pero empiezan las críticas de los comentaristas a los relatos, es negativa, incluso pesada, creo que están siendo demasiado duros con migo y con el relato, claro ellos no saben que lo escribí en el año 1998, hace diez años, estará pasado de moda este estilo, tipo novela de televisión. Bueno a seguir con lo mio, pero continúan sus agresiones, con comentarios de mal gusto, mi animo se derrumba, me desmoralizo, me arrepiento de haber enviado el relato a este concurso, ¿si lo pudiera borrar?, no se puede que fastidio, bueno paso de ello. Borro todas las páginas escritas para mi nuevo proyecto de retomar la escritura y lo dejo, en definitiva, para qué me iba a servir a mí todo esto, quizás para perder mi tiempo.
No sé que está ocurriendo, cada vez que me ponen una critica de este tipo, me sube el número de votantes, el relato está el primero más votado. Algún comentario favorable, mis amigos me han dado animo y sigo a delante. Esto empeora cada vez más, peores comentarios, menos mal que alguien me pone palabras de aliento, y me animo otra vez, mando otro relato, está vez escrito en 1999, pero es distinto, es alegre y no tan dramático como el anterior, a ver que sucede.
Esto parece un estudio piloto, para ver el nivel de capacidad de los individuos, o unos de los trabajos sociológicos de la facultad, para comprobar el nivel de los participantes y sus reacciones al ir terminando el periodo de presentación y de votaciones. Todo esto, la experiencia, el comportamiento de los participantes, de los lectores, de los resultados, el mio propio, etc., lo podía usar para estudiar un poco a los individuos y presentar una texis.
En el nuevo relato enviado, he decidido, no poner ningún comentario, ni contestar, ni leer, hasta el último día, solamente ver como van las votaciones, y no va mal.
Me animo, abro un nuevo archivo y sin darme cuenta me ha salido un nuevo escrito,¿ y si lo mando?, ¿que pasará?, mi curiosidad puede más que yo; lo que tenga que ser será. Lo mando y a ver que resultado se obtiene. Ahora a esperar.
Fdo.- Angora
Leo el correo recibido desde el ordenador, nada, como siempre, unos cuantos de publicidad, otros de amigos, nada importante que me llamara la atención, sigo en mi tarea de querer escribir, pero me distraigo, me pongo las gafas, pues de tanto mirar a la pantalla, me empezaron a doler los ojos y a tener la vista cansada. Descanso un poco y me fumo un cigarro, abro de nuevo la bandeja de mensajes recibidos; y que sorpresa me llevo, veo el anuncio de un concurso de relatos, esta es la mía, debo de enviar alguno y participar. Pero, no tengo nada escrito, llevo demasiado tiempo en inactivo, que puedo hacer, es un horror, yo quiero participar, ya lo se, mando uno de los que tengo por ahí, de los del pasado, busco entre mis archivos más antiguos, y perfecto, encuentro unos cuantos, no me acuerdo de cuando los había pasado del papel al ordenador, bueno eso que más da, elijo uno de ellos, es sobre la historia de una familia y sus dramas, un poco exagerada, bueno, la copio, me voy al modelo que me ofrecen en el anuncio para pegar mi relato y participar, que ilusión, le doy muy precipitadamente, llevada por mis impulsos, a enviar.
Pasan los días, ni una noticia nueva de que se haya enviado correctamente el relato, bueno que más da, algo habrá estado mal. Ya casi me había olvidado por completo del relato y del concurso, cuando en mi bandeja de entrada tengo un nuevo mensaje,¡ Bien!, me han aceptado el relato y me lo han publicado, con una pagina y enlace para que lo voten los lectores, es genial, yo soy la primera en darme un voto, claro está. Reviso de vez en cuando, los resultados a ver que tal va. Bien tengo votos, al rato otros pocos votos más, y así sucesivamente. Cuando voy a comprobar la siguiente vez, ¡que es esto!, ¡no me lo puedo creer!, está por delante de algunos relatos de otros concursante, esto marcha bien.
Tengo comentarios de otros participante y de lectores, me dicen algunos fallos, bueno, no pasa nada, me viene bien para aprender algo más, y rectificar. Ha subido el numero de votantes a mi relato, perfecto estoy clasificada para la siguiente fase. Pero empiezan las críticas de los comentaristas a los relatos, es negativa, incluso pesada, creo que están siendo demasiado duros con migo y con el relato, claro ellos no saben que lo escribí en el año 1998, hace diez años, estará pasado de moda este estilo, tipo novela de televisión. Bueno a seguir con lo mio, pero continúan sus agresiones, con comentarios de mal gusto, mi animo se derrumba, me desmoralizo, me arrepiento de haber enviado el relato a este concurso, ¿si lo pudiera borrar?, no se puede que fastidio, bueno paso de ello. Borro todas las páginas escritas para mi nuevo proyecto de retomar la escritura y lo dejo, en definitiva, para qué me iba a servir a mí todo esto, quizás para perder mi tiempo.
No sé que está ocurriendo, cada vez que me ponen una critica de este tipo, me sube el número de votantes, el relato está el primero más votado. Algún comentario favorable, mis amigos me han dado animo y sigo a delante. Esto empeora cada vez más, peores comentarios, menos mal que alguien me pone palabras de aliento, y me animo otra vez, mando otro relato, está vez escrito en 1999, pero es distinto, es alegre y no tan dramático como el anterior, a ver que sucede.
Esto parece un estudio piloto, para ver el nivel de capacidad de los individuos, o unos de los trabajos sociológicos de la facultad, para comprobar el nivel de los participantes y sus reacciones al ir terminando el periodo de presentación y de votaciones. Todo esto, la experiencia, el comportamiento de los participantes, de los lectores, de los resultados, el mio propio, etc., lo podía usar para estudiar un poco a los individuos y presentar una texis.
En el nuevo relato enviado, he decidido, no poner ningún comentario, ni contestar, ni leer, hasta el último día, solamente ver como van las votaciones, y no va mal.
Me animo, abro un nuevo archivo y sin darme cuenta me ha salido un nuevo escrito,¿ y si lo mando?, ¿que pasará?, mi curiosidad puede más que yo; lo que tenga que ser será. Lo mando y a ver que resultado se obtiene. Ahora a esperar.
Fdo.- Angora
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