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Mostrando entradas de enero, 2011

NOS DEJAN EN LA CALLE

Cuanta más ilusión pongo, peor me salen las cosas, hoy he ido al pub favorito de mi ciudad, me he quedado en la puerta fumando un cigarro antes de pasar, he hablado con gente muy maja, unos conocidos, otros no tanto; pero al pasar, una vez dentro, mi mejor amiga me ha dicho: -Ya estas aquí. ¿Cuánto has tardado? -Llevo ya un rato, pero estaba fuera fumandome un cigarro. -Ya estas con el tabaco, bastante fue anoche, si vas a empezar igual vete a hacer ostias. Sin contestarle, ni decirle nada, me he dado media vuelta y me he salido del local después de comprar otro paquete de tabaco, a fumarme otro cigarro, pues el ambiente era mejor fuera que dentro. De allí me he ido a dar una vuelta en el coche por la ciudad, en la puerta de todos los locales nocturnos, había gente en la calle fumando y charlando, sin pararme en ninguno de ellos para pasar, he regresado a mi casa. Fdo.- Angora

ROCÍO, ANTONIO Y LA MUJER DE LA LIMPIEZA

Llevo nueve meses en mi nuevo trabajo, y este año, al llegar la Navidad, en la cena de empresa, hemos hecho el juego del amigo invisible, yo no había participado nunca antes en esta forma de regalar, a mi me tocó regalar a una de las compañeras más jóvenes y no sabía el que comprarle, nunca la había visto vestirse con ropa de calle, así que me decanté por una pulsera de plata vieja con una piedra gris, con la emoción de ir a comprarla, el tenerla guardada; llegó la hora de la cena, y dar los regalos, con la mala suerte que la persona que me lo tenía que regalar a mí, una media hora antes de ir al restaurante se pone de parto, yo me quedé sin regalo. Durante la cena todo fue tranquilo, hasta que empezaron en el postre a echar miguitas de pan unos a otros, fue una batalla que duró poco, pero todos participamos. Y empezó la fiesta y las copas, Rocío se puso a cantar y a bailar con Antonio, no se cómo pudo ocurrir, pero él nos hizo un striptis y los demás en vez de pararle los pies se

LAS HUELLAS DE LA LECTURA

Me gusta escribir, me gusta también leer, en mi infancia ya me perdía en el mundo de la literatura, mis primeros cuentos eran de mi hermano, en ellos leía las aventuras de Ton Sawyer y las historias de los Hermanos Grimm, cuando mis padres comprobaron que me gustaba leerlos me compraron una colección de tres tomos con historias como “La Ardilla Colita Larga”, Blanquito y Negrita”, etc. Os he puesto un ecetera, porque mi memoria no alcanza a recordar los demás, el que mejor recuerdo era ya en mi pubertad y este fue el famoso “ Alicia en el País de la Maravillas” de Lewis Carroll, si claro en formato cuento y con ilustraciones tipo tebeo, ya había leído “Alícia a través del espejo” que antes se me olvidó mencionarlo, junto a los demás cuentos y ahora me acabo de acordar que también leía la historia de “Los Picapiedras” de Hanna Barbera, incluso antes de los dibujos animados de la TV y como no recordar a Gloria Fuertes, de ella me gustaba hasta la voz cuando recitaba sus poemas en los pro